Hilar de amor

Entre hilos de esperanza Se tejió un amor fecundo Que llego a este mundo Sin tener si quiera un rumbo. Hermosas manos ajadas Y cálidas lágrimas cayendo a mí alrededor Aquí está tu tejido de de esperanza y amor. Y aunque este tejido deshilache Sé que estarás tú Para volver a hilar. No le tengo miedo al tiempo Porque sé que me has de amar. Soy tu creación perfecta Aunque de muchos colores es mí hilar Tú me ves de un solo tono No como los demás. Y aunque han pasado años No cortes nunca el hilo Amada mamá.

Tu Voz

Si la luna exagera su brillo
Es porque ha oído
Tu hermosa voz.

Cuando los mares se agitan
Como las espigas al viento
Es porque han sentido
Tu bella canción.

Cuando mis ojos lloran
Es por la cálida emoción
De sentir el roce de tu alma
Que de tu cuerpo emanó.

Por Victoria de Lourdes

Tras las Montañas

Donde las cumbres se visten de verde
Y los gritos de los incas reviven,
Está el alma de un ser maravilloso
Que despierta con la luz del cálido inti
Tras las inmaculadas montañas.

Él no sabe que lo observo
Y que le pido al gran Dios
Que le bendiga y cuide en todo momento
Y aunque él ha pasado por varios tormentos
Me hace feliz por eternos momentos.

Una vez me miró a los ojos
A través de los kilómetros
Y vi la quietud de su espíritu.

Él no sabe que lo admiro
Y que su canto
Apacigua mi ser,
Él no sabe lo que estoy sintiendo
Conforme pasa el tiempo.

Recorreré en mis sueños
Esa tierra añorada,
Espero encontrarte cuando nazca la mañana,
Despedirme en secreto por las noches,
Pero volver por las madrugadas.

Por: Victoria de Lourdes

Renuncio

Renuncio a ti por piedad a tu alma,
No hare sufrir al ser más puro del planeta.
Tocará mi tristeza el fondo de la soledad sombría
Pero prefiero tu felicidad a la mía.
Eres a quien profeso el más sagrado amor
Por eso vida mía
Seré testigo vivo
De todo mi dolor.
Me olvidaras conforme transcurra el tiempo
Y me diré a mi misma:
¡Tanta angustia es que siento!
Pero será feliz mi alma
Porque eres libre de amar,
Soñar y sentir.
No impediré tu gloria presente,
Esa gloria que la juventud
Te hace sentir.
No limitaré tus ambiciones
Con el bendito amor
Y las tortuosas desilusiones.
Hoy puedo decir esto:
¡Sé que siempre serás mío
Aunque no lo notes!

Por; Victoria de Lourdes.

Pinceladas

Como cual pintor tomaste tu pincel y colores
Y pintaste en mí la alegría de seguir viviendo
Pusiste tu atril para sostenerme,
Como si yo fuera tu obra más preciada.

Usaste colores dorados
Rojos y anaranjados
Para darle fuerza a mí existir,
Pusiste verde
Para darle esperanza a mi corazón,
Pintaste de rojo mi alma
Para que emanara toda mi pasión.

Qué hermoso trabajo hiciste
Calmas hoy mi dolor.

Por: Victoria de Lourdes

Camino

En un camino desierto
Se cruzaron nuestras vidas,
Como si estuviésemos preparados
Para la ocasión.
Tú, vestías de blanco
Y yo del típico negro.
Nuestras miradas se cruzaron
Como flechas de Eros,
Tú en mi alma
Yo en la tuya.
Se notaba tu angustia
Y tu desenfreno,
Te movías nervioso
Estabas lleno de anhelo.
Me hablabas a cada momento
El mismo tema,
Pero escuchaba en silencio
Tu hermosa voz.
Si hubiese sabido
Que el tiempo se haría corto,
Te hubiera besado.
Si hubiese sabido
Que el tiempo a tu lado
No era eterno
Me hubiera entregado,
Pero todo termino
Con un beso en la mejilla
Y yo arrepentida
Con mi mano en la barbilla.
No me queda más
Que esperar a que vuelvas,
Y decir mirándote a esos ojos
Que me envuelven y me alocan
Que eres tú
Quien me vuelve loca,
Loca de deseo,
Loca de ternura
Con ganas infinitas de escuchar tu voz,
Con ganas inmensas de ver tu rostro.
Con miedo reconozco,
Me estoy enamorando,
Si lo que siento es amor
Es lo más bello que he experimentado.
La distancia no cambia nada,
El sentimiento se hace firme.
Los pensamientos viajan
Como la luz en el espacio,
Y tu amor llega a mí
Como los rayos del sol.
Sé que el señor viento
Lleva a tu lado mis besos,
Es un cómplice secreto
Que cubre este amor,
Amor que por siempre
Y para siempre
Nos tendremos.

Por: Victoria de Lourdes.

Dulces Besos

Tus besos amor mío
Son como la miel más dulce que he probado,
Como el manjar más suave que he degustado,
Como el vino más divino que he bebido,
Me han dado el amor más puro que he sentido.

Tus caricias, tus abrazos
Son como nidos para mí,
Me protegen del mal
Me ayudan a seguir.

Tu sonrisa más blanca que la sal del norte,
Guía mi camino a la felicidad,
Me das esperanza de aprender a amar.

Tus manos pequeñas pero firmes,
Me sostienes con dureza para no caer,
Y la alegría que emanas
Me ayuda a sonreír.

Estas todo el día en mi mente,
Creo que pierdo la razón,
Estás a sol y asombra
En cada pedazo de mi corazón.

El azar bendito,
Que nos empezamos a hablar
No me interesabas y no lo he de negar
Pero tus palabras dulces
Y tu gran humanidad
Tu templanza frente a la vida
Me hicieron mirar,
Mirar con los ojos del alma
¡Qué felicidad!
Te encontré amor mío,
No te vas a escapar.