Como cual pintor tomaste tu pincel y colores
Y pintaste en mí la alegría de seguir viviendo
Pusiste tu atril para sostenerme,
Como si yo fuera tu obra más preciada.
Usaste colores dorados
Rojos y anaranjados
Para darle fuerza a mí existir,
Pusiste verde
Para darle esperanza a mi corazón,
Pintaste de rojo mi alma
Para que emanara toda mi pasión.
Qué hermoso trabajo hiciste
Calmas hoy mi dolor.
Por: Victoria de Lourdes