Dulces Besos

Tus besos amor mío
Son como la miel más dulce que he probado,
Como el manjar más suave que he degustado,
Como el vino más divino que he bebido,
Me han dado el amor más puro que he sentido.

Tus caricias, tus abrazos
Son como nidos para mí,
Me protegen del mal
Me ayudan a seguir.

Tu sonrisa más blanca que la sal del norte,
Guía mi camino a la felicidad,
Me das esperanza de aprender a amar.

Tus manos pequeñas pero firmes,
Me sostienes con dureza para no caer,
Y la alegría que emanas
Me ayuda a sonreír.

Estas todo el día en mi mente,
Creo que pierdo la razón,
Estás a sol y asombra
En cada pedazo de mi corazón.

El azar bendito,
Que nos empezamos a hablar
No me interesabas y no lo he de negar
Pero tus palabras dulces
Y tu gran humanidad
Tu templanza frente a la vida
Me hicieron mirar,
Mirar con los ojos del alma
¡Qué felicidad!
Te encontré amor mío,
No te vas a escapar.

Siete llaves

Soslayando descubrí tu alma
Como quien descubre un tesoro enterrado,
Bajo siete llaves estaba en calma,
Esquivando entregar sentimientos
Ya áridos por el tiempo
Manteniendo un silencioso lamento.

Por: Victoria de Lourdes.

Tiempo

Hoy el tiempo se detuvo en el pasado
Y la utopía tuvo sentido
Dentro de las cabezas
De dos seres cautivos
Reviviendo el amor,
El deseo, la ternura,
Pasión y locura.
Y aunque el sonar del reloj
Se hizo visible en los cuerpos,
Seguía intacto el anhelo del tacto,
Del roce, del candente sabor de los besos.
No existía nadie
Frente a la imagen santa,
Sólo Dios observaba tanta delicadeza,
Tanta firmeza en el abrazo del reencuentro,
Tanta alegría por el sentimiento
Que viajaba junto al viento,
Ese día hermoso,
Donde por fin se detuvo el tiempo.

Recuerdo

En las sombras de la oscuridad
Alce mis manos
Y encontré en mi ceguedad
La luz que mi alma necesitaba para poder seguir.
Llegaste a mi vida con velocidad abismante
Y te fuiste de mi lado
Como el agua de los ríos perdiéndose en el mar
Vuelves ahora como la ola a la costa
Como la brisa del mar,
Palpando mis sentimientos,
Casi leyendo cada uno de mis pensamientos,
Amado mío, no te miento
Te amé con locura, con la más costosa dulzura
Pero llegas tarde a mi nido,
El cual hubiera formado contigo.
No miraste atrás, no buscaste la paz,
Tomaste tu rumbo,
Dejando un dolor profundo,
Ardiente y permanente,
Como espina clavada al pecho,
Como pecado que se lleva al lecho.
No te odio, ni te odiaré,
Fuiste el gran amor de mi vida,
Jamás lo negaré,
Pero esa brisa marina
Atenuó el amor,
Metió los sentimientos puros
Dentro de un cajón de algodón,
Para que cuando viniesen las dagas
Revotasen para no sufrir,
Y te dieran tiempo para huir.
Ya te deje libre,
Al no sentir nada por mí,
Amor, recordado amor,
Eres solo la sombra de un gran dolor.

Por: Victoria de Lourdes.

Revivir

Siento la necesidad imperante
de sentirme refugiada en tu pecho,
abrir camino
frente a tus dudas,
con mi amor
que parece divino.
Siento un enorme deseo
de volver a sentirte dentro,
de sentirme tuya
a todo momento.
Tu siempre serás mío
y yo eternamente tuya,
sin nada a cambio,
por todo el tiempo
que dure la luna.
Méceme en tus brazos
con pasión y ternura,
borra de tu alma
toda amargura.
Renace junto a mi,
como el fuego,
revive junto a mi,
el verdadero amor eterno.
Yo seré tuya
hasta el último momento,
revivamos amado mio
este dulce momento.

Por: Victoria de Lourdes.

Últimamente

Últimamente
siento un ligero dolor en el pecho,
aun no identifico de donde proviene este mal,
pero creo que me estoy enfermando del alma.
A veces no la siento,
a veces no la encuentro,
pienso que es imposible no sentirla,
porque: ¿quién podría vivir así?
Nadie, creo yo.
Sé que estoy viva,
pero muriendo por dentro,
no encuentro el sendero a la felicidad,
por más que mi boca ejerce una risa,
mi alma no responde
a tan plena delicia.
Yo no sé qué me esta pasando,
pero siento el dolor agudo y constante,
atormentando mis sueños.
No quiero estar así,
ya no sé que es vivir.
Me apago, me extingo,
ya casi siento que no existo.

Por: Victoria de Lourdes

33 Almas de oro.

Treinta y tres
almas a oscuras.
que viven con la fe que profesan,
miles de almas rezan,
noche y día
y aun no cesan.
Una montaña enorme,
los quiere silenciar,
pero no cuenta con la fuerza
con la que se ha de luchar.
La madre tierra
los quiere guardar,
en una caja de oro
como medalla triunfal.
No insistas fuerte cerro,
porque no has de ganar,
los chilenos unidos,
podemos más.
No se aflijan las almas
que aman sin condición,
porque existe un ser supremo.
que siempre nos amo,
y lo seguirá haciendo
porque asi es nuestro Dios.
Recemos cada día
sin contemplación,
realicemos juntos este milagro,
de vida y amor.

Por: Victoria de Lourdes.

Mi ruta.

Entre la madrugada y el amanecer
aparece frente a mi
un ser gigante
lleno de amor candente,
el cual ilumina
todo mi horizonte,
todo lo que alcanzo a ver.
Es un ser maravilloso
que me hace sentir única,
plena y suya,
sólo suya.
me toma en sus brazos
con protección única,
me besa despacio,
como si me fuese a quebrar,
guía cada paso
para nunca errar.

Amor entre tequila

Noche dulce
llena de deseo
amor y locura.
¡Primer tequila!
sabor que quema el alma,
mi paladar llama a tu boca,
como la noche llama a la luna.
¡segundo tequila!
ya veo el color de tu cuerpo,
y siento el amargo sabor de tu lamento,
si suoieras amor mio
cuanto lo siento.
¡tercer tequila!
ya olvido quien soy,
en donde estoy,
y lo que fui,
no tengo recuerdos.
!cuarto tequila!
me preguntas,
indagas en mi cabeza
por saber hechos
que solo están en tu mente
escondidas en tu inconciente.
¡quinto tequila!
te roso, te miro
te toco, te anhelo,
y por más que busco a mi alrredor
no te veo,
se que exises,
que estas alli
esperando respuestas
tras una puerta
que solo tu abres y cierras
cuando te place hacerlo.
¡sexto tequila!
Te encuentro,
por fin te encuentro
me encuentras
dispuesta a todo
por sanar nuetro amor,
Dios quiera que no cierres la puerta,
o el resto de tequila,
me lo tomaré yo.

Por: Victoria de Lourdes

Quietud

Cuando me miras,

siento la paz más quieta,

cuando me miras,

veo tu alma

que me inquieta.

Por: Victoria de Lourdes.

Tu Voz

Confundí el susurro del viento con tu voz

sentí tu llamado urgente de amor,

no era cualquier advertencia,

pude sentir tu temor.

No tengas miedo a perdeme,

porque yo no le tengo miedo al dolor.

Si tengo que atormentar a mi alma

por amarte sin condición,

si tengo que eludir la miseria interna,

lo haré sin objeción.

Eres mi libertad al amar,

eres mi otra mitad.

No temas por mí,

no temo por ti.

Porque sé,

que en las noches

aun teniendo la distancia marcarda

y el distanciamento aturdidor,

tú estás conmigo

y yo también contigo estoy.

El viento será el complice

de nuestro amor,

el mensajero invisible

que nos comunicará a los dos.

No temas amado mío,

porque yo enviaré mis palabras de calor,

no temas amado mío,

porque siempre serás el dueño de mi corazón.

Por: Victoria de Lourdes.

Mi Sol

Fruto de mi vientre,

sangre viva latiente.

Te acurruco en mis brazos

como el mar a los peces,

como la tierra a la flor.

Pequeña luz latente,

que creciste

por la vertiente

que de mis pechos emanó.

Sol de mi vida,

alegría de mi alma,

eres para mí

la plegaria divina,

la miel dorada

del alba.

Te seguiré meciendo en mis brazos

hasta más no poder,

seguiré guiando tus pasos

hasta el amanecer.

Por: Victoria de Lourdes

Bendita soledad

Algunos escapan de ti
como si fueran a morir
al mínimo contacto,
pero tú eres bella,
aun no te conozco,
pero ruego hacerlo.
Tú, generas movimiento,
libertad y ambición,
anhelos propios,
pensamientos puros del alma.
Gracias a ti las personas
conocen lo que sienten,
lo que son,
lo que harán
y lo que realmente valoran.
Están equivocados al odiarte,
al contrario deberían venerarte,
por ser tal cual eres,
no distingues razas, naciones, ni sexo.
Soledad, te espero
parada frente a la vida,
con la frente en alto,
las manos alzadas
y un bello canto.

Por: Victoria de Lourdes

Vacio

Ganas de sumergir mi cabeza
en un pozo de soledad.
Ancias de volar,
pero miro mis cadenas
y me doy cuenta
que por más que lo intente
no lo lograré.
Ganas de quemar mi corazón
para no sentirlo vació,
pero no puedo,
tengo que luchar
por los latidos de mi ángel terrenal,
y por más que me cueste aceptarlo
es imposible dejar de amar.
No tengo rumbo,
nunca he construido nada,
no tengo propiedad alguna,
lo único que tengo
son las ganas de volar alto.
Como reniego ser humana,
cómo lo niego
si ya existo.
El enredado mar que llevo dentro
me hunde en las profundidades de la locura
y por más que busco la cordura absurda,
no la hallo, no la siento, no la encuentro.

Por: Victoria de Lourdes

Hoy

Hoy bese tus labios,
como nunca he besado a nadie,
hoy te di mi alma,
aun no perteneciendome.
No te niego nada,
ni mi cuerpo, ni mi mente,
porque te amo
más allá de todo lo existente.
Eres para mí
el guardian de mis sueños,
el mar de mi mundo,
mi anhelo más profundo.
No tengo miedo a nada,
ni a la soledad oscura,
ni a la misma locura.
No hay amor más puro que el tuyo,
no hay amor más puro que el mío,
te añoraba desde antes de nacer,
te amaba desde antes de volver.
No me digas nada hoy,
solo mirame a los ojos,
esto es lo que doy.

Por: Victoria de Lourdes.

Princesa

Hace tiempo conocí a un hombre,
hizo de mí toda una mujer,
me convirtió en princesa,
después de un tiempo en reina,
me dio mares y tierras,
dulzuras y tristezas,
decía ser el amo de mi corazón,
decía ser el dueño de mi albo amor,
de mi cuerpo juvenil,
hasta de mis rayos de sol.
Yo no quería tierras,
yo no quería mares,
solo quería ser contemplada
con amor y ternura.
que fundiera su alma con la mía al alba.
No quería ser princesa,
quería ser su mujer amada.
Siempre me dio todo,
sin negarse a nada,
Me dio todo lo existente y tangible,
menos su mirada aguda,
su amor y locura.
No quise ser princesa,
solo quise ser su amada,
ahora ya tengo ajada el alma,
aunque el oro brille a mi alrrededor.
Si tan solo me hubiera amado,
tanto como lo amé yo.

Por: Victoria de Lourdes

Esperaba

Esperaba alguien que soñara junto a mí,
que viera la vejez como una bendición divina,
alguien con quien compartir mis noches frías.
no sé si eres tú,
pero eso anhelo.
¡basta de perder tiempo!
te haces indispensable al momento de respirar,
no concibo el sueño sin pensar en ti.
Te alejas de mi cuerpo como yo me alejo del tuyo,
pero las almas estan unidas,
se hacen visibles al existir.
No te pido nada y tú tampoco a mí,
Porque juntos tenemos todo,
desde principio a fin.
Tú eres mi verdad,
mis ganas de vivir,
si no te hubiera conocido,
no sé que hubiese sido de mí,
cuando miro tus ojos, reflejado veo mi ser,
cuando miras mis ojos, reflejado vez mi renacer.
Soy toda tuya sin testigos sangrantes,
y eres todo mío frente a todo emigrante.
No me dejes sola nunca,
porque eres mi corazón latente,
No me dejes sola nunca,
porque sin ti no hay nada existente.
Eres lo que siempre esperaba,
sentada en un sauce llorón,
Has llegado amado mío,
eres dueño de todo mi amor.

Por: Victoria de Lourdes